Balcón Trianero

domingo, 12 de noviembre de 2023

Ruperto: Manzanilla y Triana

        Seria en días cercanos a la celebración del Santo de Asís; San Francisco, cuando un hombre y como diría Antonio Machado "bueno" abandonaba este "valle de Lagrimas". 

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,

pero mi verso brota de manantial sereno;

y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,

soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.    

        Escribir de Ruperto Blanco Caro, nos llevaría a rellenar muchos folios en blanco, para poder conocer la magnitud de este “tabernero” que desde siempre fue "sirviendo" honradez a raudales. (D.e.p.).

       Para empezar, nuestro trianero vino de Manzanilla (Huelva); siendo de los primeros que llegó a Triana para afincarse en ella.

Él lógicamente, nunca olvidó su cuna que siempre llevó en el alma y todo ello; porque encontró en dicho barrio una gran familia de amistad, de colaboraciones y hospitalidad en su más alto grado.

Por ser lisonjero y comunicativo fueron sus primeras virtudes para asentarse en un barrio universal y aquí él fue sincero, agradable en el trato, trabajador infatigable y amigo agradecido.

Se estableció en la C/ Castilla y abriéndose camino en el mostrador con los “caldos” inigualables de su pueblo onubense.

Su celo creativo le distinguió de ser un tabernero que no se quedó parado en las clásicas aceitunas y altramuces; ya que el ofrecía diariamente a su nutrida e inquieta clientela multitud de aperitivos.

Sus centenares de amigos lo reconocían porque en su quehacer no se quedaba quieto, sino que improvisaba su lista de tapas-raciones y las presentaba con esa gracia alegre y dicharachera; consiguiendo en poco tiempo, un distinguido público.        

   Su afán de facilitar sus conocimientos alrededor de la cocina, le llevaría a trasladarse a la calle Alfarería, siguiendo el mismo formato de atención a Triana.

       Cada día lograba un amigo y ello le obligó a tener que atender a todos ellos estableciéndose en Santa Cecilia en C/ Maestro Jiménez nº. 2, siendo un recordado maestro, a la hora de enseñar a un equipo de cocineros para la barra y depositando en su sobrino José Manuel para que adquiriera la dirección del establecimiento para llevar con arte y cortesía la atención al cliente; aseverando que “Con ello y Triana a la Gloria”.

       Al considerarse y premiar por la Sociedad Gastronómica de Nueva York “El garbanzo de plata”, Ruperto era conocido por Triana y Sevilla; consiguiéndose que por todos los clientes en cualquier temporada pudiesen disfrutar del arte culinario y por ello Ruperto pasearía a ser un tabernero internacional.

       Desde hace muchos años existe en Nueva York la Sociedad Gastronómica “El garbanzo de plata”, creada por una norteamericana muy simpática llamada Penélope Casas y por su marido Luis Casas Orozco, médico español afincado en Estados Unidos. Ella vino a España hace 61 años, conoció las clásicas tapitas y también a Luis; por lo visto le gustaron ambas cosas, al extremo de casarse con el doctor y situarlo en su nación para ser felices; entre la creada Sociedad que se dedicaría a premiar con un garbanzo de plata a “establecimientos” que sin “sin estrellas deslumbrantes” supiera ofrecer él médico y llevárselo a su tierra para ser felices -entre otras cosas- creando esta Sociedad que se dedicaba por entonces a premiar con un garbanzo de plata a establecimientos que sin «Estrellas deslumbrantes›› supieran ofrecer un exquisito plato al estilo español.

       Posteriormente ambos, venían todos los años a España buscando esa genialidad para premiarla, y este año buscando la genialidad para premiar esta.

    Ojeando, ojeando, planeando en Triana; aquí, saltando y saltando... llegaron a Casa Ruperto: Pidieron unas tapitas y Ruperto les puso por delante un surtido y en el iban unas codornices...” y a perderse”. Aquí se acabó el seguir buscando. Bueno; el que no haya probado las codornices de Ruperto no sabe lo que es comerse seis bollos rebañando la salsa de una tapa.

El matrimonio Casas decidió de inmediato llevarse la salsa a Nueva York en calidad de seleccionada y allí, tras riguroso concurso, se aprobó por unanimidad; que el año 1987 fuese la mejor tapa que se habían llevado de España estaba “fabricada” en Triana. ¡bien Ruperto!.

En aquel agosto de referenciado año, entre una gran concurrencia de clientes, amigos, vecinos, periodistas y gentes de dentro y fuera, la señora Penélope Casas, siempre acompañada de su esposo Luis Casas, un madrileño “más apañao que un jarrillo de lata”, entregó a Ruperto su bien sacrificado galardón.

       Gracias a Penélope y a Ruperto, Triana; una vez más, con sus cualidades de conquistadora.  “descubrió América”

Casa Ruperto fue elegida por Estados Unidos de América por sus codornices; pero otros aconsejan las cabrillas. Hay quien dice que los pinchitos, otros se manifiestan por los lomos especiales y otros. . . "es que lo comen todo".   

Ruperto Blanco Caro (D.e.p.)                                                         Aplausos manzanillero, trianero, tabernero y por favor; que se sirva en ese bar de la Gloria Celeste las suculentas “codornices” que hoy llevan en su pico un lazo enlutado.  


         El matrimonio y a la 
     derecha el Director de este blog.
" Donde empieza el relax "
Próximas fechas de 2,023.
A un paso de "homenajearse"









No hay comentarios:

Publicar un comentario