La familiaridad,
el conocimiento y la relación que tiene Cervantes con los gitanos se describe
en algunas de sus obras, como costumbres, fiestas, incluso la forma que tenian
de ganarse la vida este colectivo. Echamos una mirada a su biografía y podemos
comprobar que tenía motivos para conocer bien a los “egipcianos”, pues su
abuelo, el ilustre licenciado Juan de Cervantes (1556 +), tuvo tres hijos, dos
varones Juan y Rodrigo, este padre de nuestro autor y una hija llamada Maria,
tía de Cervantes. Esta última estuvo amancebada con un arcediano de Talavera y
Guadalajara, llamado D. Martin de Mendoza, conocido por el apodo de “El gitano”
hijo ilegitimo del primogénito segundo Duque del Infantado: D. Diego Hurtado de
Mendoza. Este D. Diego antes de casarse con la hija del Conde Benavente mantuvo
una relación con una bellísima gitana llamada Maria Cabrera.
Dicha crónica es
narrada por el nobiliario del Cardenal Mendoza, en 1488 acudió a Guadalajara
una cuadrilla de gitanos con motivo de la fiesta del Corpus. Los gitanos fueron
invitados a bailar una zambra a palacio y quedando todos los presentes en la
fiesta prendado de las habilidades de las gitanas, especialmente con una joven
llamada Maria.
El abuelo de
Cervantes “velando por la honra de su hija” se quejó al Duque del Infantado de
los amoríos de esta con Martin de Mendoza (El Gitano) y puesto que su difícil
condición (eclesiástico) le impedía saldar su honra con el matrimonio solicitó
un arreglo monetario que le permitiera “dotar a su hija” consiguiendo
unos seiscientos mil maravedíes para reparar la honra de Maria Cervantes.
Este acuerdo entre
el eclesiástico y la familia Cervantes quedó inscrito ante el escribano el 30
de noviembre de 1529.
A partir de este
momento la familia Cervantes no paró de sacarle dinero al Arcediano aparte de
la cantidad estipulada, lo cual hizo que la paciencia de D. Martin llegara al
límite y se negó a seguir dándoles más dinero.
A partir de
entonces comienzas las desventuras y empobrecimiento de la familia que en
tiempo gozó de toda preponderancia que le daba la relación con la Casa
del Infantado.
No obstante Maria
de Cervantes, la antigua querida del Arcediano siguió viviendo con cierto lujo
gracias a los 600.000 maravedíes conseguido con el compromiso firmado. Entre
otros bienes compró con esos dineros varias propiedades en Alcalá, D. Juan su
padre se separó de su mujer y se trasladó a Córdoba. El hijo mayor de la
familia, Juan murió pronto y el segundo Rodrigo, padre de Cervantes, por su
sordera no pudo ser médico como quería, y hubo de conformarse ser cirujano
practicante y empírico, poco más que barbero. Se casó con Leonor de Cortinas y
vivieron en una casa de Alcalá propiedad de su hermana Maria. En esa casa
nacería Cervantes.
Maria era la que
sostenía económicamente la familia, no pudiendo evitar la ruina y el
encarcelamiento de su padre y las posteriores épocas de privaciones.
Miguel de
Cervantes pasó toda su niñez en esa casa, con la influencia familiar de su tía
Maria, la antigua querida del “Gitano” que fue considerable y Miguel aprendió
de ella la historia y costumbres gitanas, la danza al son del pandero, el
recitado de romances, el arte del “penar bahi” o decir la buenaventura, la
historia del arcediano, la exaltación de las costumbres gitanas y a la par los
excesos de su conducta. (1)
Manuel Mediano
(1) Mary C.
Iribarren.
AHPS.
Triana primavera 2016
Yo tube - Frases del sapienciales del "Quijote"
Ampliación de las fotografías:
La calle Troya llamada de La Cruz donde según describe Cervantes la Casa de Monipodio.(Abajo).- La Sevilla de Cervantes. Firma de Cervantes. Posada de Tomas Gutiérrez en la calle Bayona donde vivió Cervantes cuando estuvo en Sevilla 1585.
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La calle Troya llamada de La Cruz donde según describe Cervantes la Casa de Monipodio.(Abajo).- La Sevilla de Cervantes. Firma de Cervantes. Posada de Tomas Gutiérrez en la calle Bayona donde vivió Cervantes cuando estuvo en Sevilla 1585.
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