Balcón Trianero

lunes, 28 de octubre de 2013

Letífica Generosidad

EL AMPARO DE MARÍA

Corazón para un cartel
(Autoria de fotos Balcón Trianero- Para ampliarlas, hacer clip en ellas).
 
 
El Consejo General de Hermandades y Cofradías ha querido encargar a Rocío Sáez Millán, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, el cartel anunciador de esta exposición de Glorias, que está protagonizado por la imagen de Nuestra Señora del Amparo, que luce en su Cabeza la corona de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, que fue usada por la dolorosa de la Hiniesta en algunos cultos y besamanos en tiempos de decadencia de la Corporación gloriosa.
(Fotos propiedfad de B.T., se puede hacer clip en ellas, para aumentar su tamaño)













Ante la Virgen arde una candelaria, que quiere simbolizar esa generosidad siempre encendida, Siempre dispuesta a la colaboración, que a veces necesitó la venta y enajenación como oxígeno para seguir ardiendo y respirando. A los lados de la imagen mariana, tres piezas importantes.

A la izquierda, en el ámbito superior, el Simpecado rojo de Nuestra Señora de Rocamador, de San Lorenzo, que este año se estrena como hermandad de gloria vinculada al Consejo y que a la vez representa la generosidad que tuvieron sus cofrades uniendo su patrimonio al de la cofradía de la Soledad tras un complejo proceso de fusiones, uniones y absorciones. Bajo el Simpecado, uno de los candelabros del paso de Nuestra Señora del Pilar, que sirvió en la primera procesión que realizó la imagen de Nuestra Señora de la Soledad de Los Servitas tras su bendición en San Pedro. 
A la derecha del cartel, una rueda y una columna de la carreta del Rocío de Sevilla- El Salvador nos recuerda que en esa carreta se estrenaron, antes que en  su propia hermandad, los candelabros del paso de Nuestra Señora de las Nieves. Carreta del Simpecado de Sevilla que también fue el paso de tumbilla de  Ntra. Sra. de las Aguas de El Salvador, cuyos borlones vemos también representados en la parte superior. Un cartel que habla de la generosidad letífica de nuestras corporaciones y su caridad.

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