Primera prueba de fuerza del nuevo.
Sus aros fueron cargados sucesivamente con lingotes de plomo, que representan
el peso de 2.520 quintales. Asistieron al acto todas las autoridades de la
capital, la prensa periódica y muchas personas distinguidas, que fueron
obsequiadas con un ovíparo almuerzo, servido en casa de los trabajadores
facultativos.
M. Mediano.
Joaquín Guichot. Historia de Sevilla. 1879.
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