En preparación en este Balcón T.:
De Covadonga a Belén
Mayores de Triana
Embajadora de Triana
Yaiza de la Ribera.
En pasadas paginas:
El Balcón en la C/ Sierpes
X Años artisticos y literarios
Ejemplo de Angustias
Letífica Generosidad
Estrella de la copla
Viaje al centro de la tierra
Rafael del Estad. Un estilo personal – q.e.p.d
Rosario de azahar
Baranda Flamenca Baranda con Solera
Alta como la Giralda Una niña en la onda – Triana
Jardines de arroz
Encarcelados.
Fue un 5 de Noviembre de 1963, cuando el poeta de la Generación del 27 fallecía en México. Luis Cernuda.
Por favor hacer clip en las fotos para su ampliación.
Los hermanos Ángeles y Valeriano Díaz, en la cristalería familiar en la que nació Cernuda en 1902. (Diario de S.-Fco.Correal). |
«Recuerdo aquel rincón del patio en la casa natal, yo a solas y sentado en el primer peldaño de la escalera de mármol. La vela estaba echada, sumiendo el ambiente en una fresca penumbra, y sobre la lona, por donde se filtraba tamizada la luz del mediodía, una estrella destacaba sus seis puntas de paño rojo. Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias, de un verde oscuro y brillante, y abajo, en torno de la fuente, estaban agrupadas las matas floridas de adelfas y azaleas. Sonaba el agua al caer con un ritmo igual, adormecedor, y allá, en el fondo del agua unos peces escarlata nadaban con inquieto movimiento, centelleando sus escamas en un relámpago de oro. Disuelta en el ambiente había una languidez que lentamente iba invadiendo mi cuerpo.»
Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.
Un hombre con su amor
Si todo fuera dicho
y entre tú y yo la cuenta
se saldara, aún tendría
con tu cuerpo una deuda.
Pues ¿quién pondría precio
a esta paz, olvidado
en ti, que al fin conocen
mis labios por tus labios?
En tregua con la vida,
no saber, querer nada,
ni esperar: tu presencia
y mi amor. Eso basta.
Tú y mi amor, mientras miro
dormir tu cuerpo cuando
amanece. Así mira
un dios lo que ha creado.
Mas mi amor nada puede
sin que tu cuerpo acceda:
él sólo informa un mito
en tu hermosa materia.
Luis Cernuda
Diario de Sevilla.- Hacer clip. . . . . Aquí
y
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