Balcón Trianero

jueves, 4 de octubre de 2018

Monasterio en Triana.-

 La Orden Franciscana de los Mínimos en Triana. 

Según nos cuenta la historiadora Dña. Matilde Fernández Roja en su obra titulada “Los Mínimos de San Francisco de Paula en Sevilla en los siglos XVI al XIX” donde relata de forma cronológica la llegada de esta comunidad a esta ciudad y su ubicación en el arrabal trianero durante los siglos citados. 

Creo que para los que nos interesa el pasado de Triana, podía ser interesante conocer esta investigación de la citada historiadora, por lo que intentaré hacer un resumen de lo mas relevante según mi criterio del paso de esta orden de carácter ascético que convivió con la gente de Triana durante cerca de tres siglo. 

En 1516 la Orden de los Hermanos Mínimos de San Francisco de Paula se instalan en Triana, la Hermandad de San Sebastián cede unos terrenos de su propiedad, con ermita, hospital y “huerta, naranjal, tierras sembradas y alberca”. 

“El 20 de diciembre del mismo año se firman las escrituras por ambas partes, por la Hermandad de San Sebastián, su prioste Diego Sánchez Cordero y por parte de la Orden Mínima, fray Pedro de Almodovar. La comunidad se comprometía a dar capilla a la hermandad en la iglesia que se construyese y celebrar anualmente la fiesta de San Sebastián y cierto numero de misas”. 
Dado el carisma de la orden y su carácter ascético, esta tenia que tener en cuenta a la hora de labrar sus casas que estuvieran ubicadas lejos de núcleos urbanos, para no alterar la cotidiana forma de vida contemplativa que según sus reglas están basadas en el silencio, trabajo y oración. 
El nuevo monasterio, fue consagrado el 28 de noviembre de 1517, por el arzobispo auxiliar de Sevilla fray Francisco de Córdoba con el nombre Nuestra Señora de la Victoria, modesto y no muy espacioso, adaptado a la comunidad no muy numerosa que al principio moraría en la nueva casa, que mas adelante se convertiría en uno de los mas grandes de Sevilla y Casa Provincial.(1) 
Nos imaginamos a una Triana en esta fecha, donde la ubicación del monasterio se hace lo mas lejano del núcleo urbano, dadas las características de la orden por su ascetismo y austeridad y consideraron que la calle Pagés el Corro o Cava de los Gitanos era el lugar idóneo para establecerse en el arrabal trianero, difícil de imaginar hoy. 
La Orden contó con otra casa en Sevilla, un colegio bajo la advocación de San Francisco de Paula.(2) 
“Lucas: Op.cit. p. 181, dice que el convento de Triana lo fundó el provincial fray Juan Bosco el 8 de diciembre de 1524, fecha que no concuerda con las del resto de cronistas que señalan el año de 1516, lo que corrobora el hecho de que cuando el 10 de agosto de 1519 salía del puerto de las Muelas, en la banda de Triana del río, la expedición de las cinco naves al mando de Hernando de Magallanes que daría la primera vuelta al mundo, se celebró una ceremonia religiosa para implorar la protección divina y bendecir las banderas y estandartes en el templo del monasterio de la Victoria; siendo precisamente la nave denominada Santa María de la Victoria la única que regresó de tan arriesgado periplo al mismo puerto trianero al mando de Juan Sebastián Elcano”. 
Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria - Triana 
Se construyó la Iglesia Mayor, siendo Francisco Duarte de Mendicoa, Proveedor General de la Armada y de los Ejércitos, su gran benefactor, edificando a sus expensas la capilla de la iglesia “algo pequeña, pero tiene maravillosa hermosura y disposición”. 
La iglesia del Monasterio, la presidia una imagen de Nuestra Señora de la Victoria, actualmente en Santa Ana, es una imagen de las denominadas sedente y sostiene al Niño sentado en sus rodillas sentado, de autoría anónima probablemente del siglo XVI, mide 1´27 cm de altura. 
La imagen de la virgen fue mutilada, cortándosele la cabellera tallada y los brazos para vestirla. 
En dicha iglesia se encontraban obras pictóricas del pintor flamenco, Pieter Kempeneer (Pedro de Campaña) de Francisco del Castillo (1605) de Andrés Rubira y otros artistas de variadas épocas. (3) 
Un horroroso incendio sufrió el convento en la noche del 22 de octubre de 1704 promovido por un descuido de un hermano (sacristán) que preparando las vestimentas litúrgicas para el oficio del día siguiente, dejó una vela encendida dentro del “escaparate” mueble donde se guardan estas ropas, prendió fuego en el, y de allí se comunicó con otros muebles, de modo, de modo que con terrible rapidez se volaron iglesia y dormitorios y dos grandes claustros, desde las once de la noche hasta las dos de la madrugada. Sin embargo pudo sacarse a su Magestad y fue conducido al Monasterio de religiosas Mínimas, perpetuándose esta desgracia con un azulejo que decía”. 
"Miércoles 22 de octubre de 1704, se quemó este convento y la iglesia hasta la cabeza de las campanas y el mismo día de 1707, estaba todo reparado y celebraba en su iglesia mediante el poder de Dios." (***) 
La Orden mínima con el tiempo se fue identificando con el barrio, lo que la hizo ser muy apreciada por las gentes del arrabal, como se aprecia por asistencia espiritual que los hermanos ejercían con los fieles, los numerosos enterramientos que se efectuaban en las bóvedas del interior del convento, misas y casamientos y otras obras de caridad. (4) 
“Cuando en Triana se declaró la epidemia de la fiebre amarilla, también llamada “fiebre del Missisipi, en 1800, el 18 de agosto, en la calle Sumidero y casa del guarda de rentas Juan Lebrón, comunicándose al punto la inficion contagiosa a las travesías que rodean a la parroquia de Santa Ana” (*) 
El día 30 se estableció por la junta, el hospital epidémico de Triana, en el Convento de la Victoria habilitando salas para atender a los afectados por la epidemia. (*) 
Hermandades 
También residieron en la iglesia de dicho monasterio trianero, algunas hermandades trianeras, como la desaparecida “Entrada Triunfante en Jerusalén y María Santísima del Desamparo” del siglo XVIII, fusionándose algo más tarde con la de San Sebastián, la capilla se encontraba al fondo del templo al lado del evangelio. Permaneciendo en dicha iglesia hasta 1835, motivada su salida por la Real Orden de Exclaustración, trasladando sus enseres y pertenencias al vecino convento de Los Remedios, hasta que fue clausurado por orden de la Junta Revolucionaria en 1868. Desapareciendo las imágenes, enseres y corporación. (5). Siendo Presidente del Consejo de Ministros, Juan Álvarez de Mendizaba que llevó su ejecución a partir de 1835, pero posteriormente hubo dos reformas mas una 1836 y 1837 que concluía con la salida y expulsión de todos los clérigos y monjas de sus conventos y cierre de los mismos, exceptuando a las Hijas de la Caridad por parte de los conventos femeninos y los Escolapios, masculino.(**) 
En 1560 se funda en dicho convento una hermandad de luz, que la constituían mayormente gente que trabajaban en negocios de viajes a Tierra Firme o Indias y en carenamientos de naves (reparar casco de embarcaciones) dicha hermandad tomo el titulo Nuestra Señora de la Estrella, aprobando sus reglas el 24 de diciembre de 1567 y con la Comunidad de los Padres Mínimos el 18 de enero de 1570, cediéndoles un sitio junto a la iglesia del monasterio, donde labraron capilla propia, obligándose pagar la hermandad la cantidad de dos ducados a tributo perpetuo. 
En 1675 se fusionó con la de Santo Cristo de la Penas, Triunfo de la Santa Cruz y Amparo de María Santísima fundada en siglo XVII por Diego Garrido Mosquera en la trianero ermita de la Candelaria (San Jacinto) estaba compuesto mayormente por gente del gremio de la alfarería.(4) 
La capilla se salvo milagrosamente del voraz incendio que padeció el convento en 1704, donde permaneció hasta 1835 con la desamortización antes citada y trasladándose al convento de San Jacinto. 
El comienzo del siglo XIX no fue bueno para la orden mínima en Triana, en 1810 con la llegada de las tropas francesas el convento quedó clausurado y abandonado, solicitando su nueva apertura el lego fray José Pérez a quien se le dio licencia el día 8 de julio del mismo año y se abrió al culto. Un pequeño grupo de Mínimos regresó en 1814, subsistiendo en precario, pues ya no ocuparon el convento sino en casas aledañas de la iglesia. En 1835 con la desamortización de Mendizábal significo en fin. 
La iglesia estuvo abierta un breve tiempo hasta 1840, pero pronto se procedió a la destrucción, el solar y la huerta actualmente está ocupada por otra corporación religiosa. (5) 

Manuel Mediano   Otoño, 2,018 

Fotos: Retablo del altar mayor de la Iglesia de San Jacinto, procedente del Convento de la Victoria. 
Imagen de nuestra Sra. de la Victoria mutilada en la cabellera tallada y ambas manos, con la finalidad de ser vestida. 
Imagen de Ntra. Sra. de la Victoria actualmente en la Real Parroquia de Santa Ana. 
Plano facilitado por Padres Mínimos de donde estaba situada el Monasterio de la Victoria en Triana. 
Fuentes consultadas: 
Matilde Fernández Rojas. Los Mínimos de San Francisco de Paula en Sevilla. (1).(2),(3).(4).(5). 
(*) José Velázquez y Sánchez .Anales de Sevilla de 1800 a 1850. 
(**) Exclaustración de Mendizábal. José Velázquez 
(***) Ortiz de Zuñiga. Anales Eclesiásticos y Seculares de la Ciudad de Sevilla.

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