Balcón Trianero: Baños en el rio Guadalquivir.- Manuel Mediano

miércoles, 25 de julio de 2018

Baños en el rio Guadalquivir.- Manuel Mediano

Atravesamos meses de estío y hay personas que aun estando en bien ganado descanso, en su ordenador figurará el cartel de: "No cerramos por vacaciones".

Este B.T., reconoce el detalle de poder contar con Arts. que nos envía Manuel Mediano.

En una ciudad como Sevilla, donde el termómetro en verano suele dilatar el mercurio alcanzar metas meteorológicas de hasta 50º en algunas ocasiones, sus habitantes a través de la historia han buscado remedios para calmar el calor que los fustiga, primero con medios naturales como es el baño en el río en horas de “la calina” y al atardecer con sacar las sillas a las puertas de sus casas previamente regada, costumbre que en Triana estaba muy arraigada, estos corrillos que se formaban con la familia y vecinos donde se compartían charlas y alguna que otra novela radiofónica.

Teniendo el rio tan cerca los trianeros optaban por el baño en el rio, mayoritariamente los hombres y mas concretamente los jóvenes siendo menor el numero de mujeres, pero estos baños conllevaba una series de problemas que algunas veces solían terminar en tragedia o bien en una que otra infección de carácter febril.

En cuanto a la primera, el río conservaba su cauce y caudal natural lo que las corrientes eran muy peligrosas y los llamados “remolinos”, turbulencias que se originaban como consecuencia de las fosas que había en el lecho del río, causadas por la extracción de arenas del fondo utilizando el antiquísimo sistema de “casos”, eran unas cucharas metálicas con un largo mango, trabajos que en determinadas épocas se efectuaban a bordo de un lanchon arenero, muy frecuentes después de importantes venidas o salidas de “la madre”. En el río Guadalquivir las primeras obras hidráulicas se acometieron a principio del siglo XX, desvío del cauce, la construcción de presas y exclusa, lo que hizo que las inundaciones en Sevilla y sobre todo en Triana no fueran tan devastadoras.

En el documento del siglo XVIII que se adjunta, hace referencia a los baños en el río en época veraniega que a pesar de los beneficios higiénicos personales y recreativos de un baño refrescante, teniendo en cuenta que al río iban a parar las aguas residuales sin tratamiento alguno, sin contar con la costumbre de tirar algún que otro ajusticiado.(1) . Probablemente la regulación del baño por parte de las autoridades seria muy frecuente. Las mujeres solían estar separadas en el baño y había zonas habilitadas por medio de estacas y cajones para guarda su intimidad y la moralidad ante todo.