Balcón Trianero

miércoles, 26 de abril de 2017

De buena pluma.- Manuel Lauriño C.


Hace días nos dejó un carismático sanluqueño (del mar) y trianero adoptivo, que generó una gran obra escrita con especialidad en temas andaluces, fue uno de los fundadores del grupo poético Guadalquivir, autor de innumerables títulos de poesía, novela y se vio reconocida su callada labor literaria con distintos galardones: Andalucía de poesíaPlatero y Nuestro modo de ver. Es autor en Almuzara de Andalucía de leyenda y Málaga de leyenda y muchos de sus libros los puso en el mercado Editorial Castillejo.                                                           Pero si muchas son las publicaciones salidas de su importante pluma, se guarda un grato recuerdo de él por su intervención en el Hotel Triana, con su pregón de la Velá de Santiago y Santa Ana en el año 1,993. 
Tan singular lugar, presentaba sus mejores galas y adornos con manteletas y otros por sus balconadas. La banda de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja de Sevilla le facilitaría su presencia en el atril y tuvo como el mejor introductor a su antecesor José María Rubio Rubio que lo hizo en el señalado año de la Expo-92 y que en 1991; realizaría él último de los citados el Pregón Oficial de la Semana Santa de Sevilla; terminándose este así:

He sido tu pregonero,
Reina, Madre y Capitana,
con dos penitas me muero,
que ni fui tu costalero
ni pude "nacé" en Triana.



El Sr. Lauriño inicio en aquella Velá su comparecencia, agradeciendo al Delegado trianero. Alberto Jiménez Becerril, el haber sido nombrado por la Comisión de festejos del Distrito.

Hizo la confesión de que se prestaba a dicha oportunidad porque quería cantarle a Trianal, “con lo mejor de mi voz”. 
Mostró sus sentimientos trianeros e hizo una mención hacía aquella Triana que conoció de niño, sin reprimirse ni por un instante en sus sentimientos trianeros, el pregonero, deleitó a los asistentes contándoles su llegada cuando era solo un niño, sus andaduras por el arrabal, por el casi solitario puente de San Telmo, cuando aún no se había cometido la conversión arquitectónica del barrio trianero de los Remedios; con la carencia de casas “adosadas” a nivel del suelo, con la carencia de coches de caballos que golpeaban sus herraduras por aquellas calles blancas, con zaguanes profundos y una efervescente humanidad. 
En esta lacónica presentación, B.T., quiere citar la ingente labor literaria, que prestó tanto en poesía como en prosa a la Revista Triana en su primera andadura, en la que se consiguió más de 25 años en su edición.
Desde este sencillo Balcón, expresamos a su familia el más sentido lamento y nos unimos a esta contrariedad a los que sufren sus centenares de amigos.

Otros enlaces de interés:
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Carmen en la Velá - Carmen Sevilla

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