Balcón Trianero

domingo, 16 de octubre de 2016

El otro Puente de Barcas.-

El otro Puente de Barcas 

En 1797 las relaciones entre los reinos de Portugal y España, alcanzaron su punto más álgido por los recientes “agravios” inferidos por parte los lusitanos en las tierras de América del Sur, y las ofensas causadas en las costas de Egipto por la escuadra portuguesa unida a sus incondicionales protectores los ingleses, la República de Francia aliada a la sazón de España en virtud del humillante tratado de San Idelfonso, acordaron la ruptura de relaciones entre los citados gobiernos anglo – lusitanos, y como consecuencia de estos hechos la declaración de guerra. 

La situación para España en aquellos días era gravísima, exhausto el Tesoro, ruinosos su crédito, desiertas sus maestranzas, el ejército desmoralizado y mal pagado, la confianza perdida, con este cuadro esta nueva empresa militar poco éxito se le auguraba. Tomando el mando con el título de Generalísimo de las fuerzas de mar y tierra, el Sr. Godoy que no había visto jamás un campamento, ni había pisado la cubierta de un barco. 

Ante esta situación hubo que recurrir a los inagotables recursos de esta desventurada nación, elevando el número de soldados hasta 80.000 y recurriendo a los cabildos municipales para su aportación económica, y reclutamiento de mozos. 

Sevilla pagó su parte y muy crecida en el acervo común como en anteriores ocasiones en que el país se había visto envuelto en conflictos bélicos. Pusiéronse a plena actividad las fabricas militares, maestranzas y fundiciones de cañones para abastecer al ejército y completar el armamento necesario para abrir la primera campaña. Entre las cosas notables que se construyeron, “fue un gran puente volante compuesto por diez y nueve barcas o pontones aparcados, para sostener un piso de gruesos tablones, cuyo coste pasó de los 600.000 reales. Se hizo la prueba en la noche del 2 de agosto del presente año, armándolo en la orilla del rio del lado de Sevilla cerca de los almacenes del Rey, hasta la orilla opuesta en Triana, pasando por el tropas de infantería y caballería, carros y furgones cargados con material de guerra y baterías de cañones del calibre 24, arrastrados por mulas marchando al trote. El resultado de la prueba fue satisfactorio”. El día 4 salieron las tropas para Badajoz. 
No hay noticias del tiempo que este puente estuvo en activo, pero supongo que en una de las “salidas de madre” que originaba las grandes avenidas del Guadalquivir, (Francisco de Borja Palomo y Rubio, cita cincuenta y seis crecidas del Guadalquivir a su paso por Sevilla desde los años 1403 al 1800 en la que se llegaba inundar Sevilla y Triana, dejando incomunicado el citado arrabal) fuera quebrado por las aguas. El consistorio teniendo en cuenta el importante gasto que le suponía el mantenimiento de dos puentes de barcas desistiría de una nueva construcción o reparación del mismo. 
Manuel Mediano Vargas -  
Triana verano 2016
(C. G. Parody)
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